El Cristo del Milenio
El Cristo de 3.50 mts. de altura tomando en cuenta la cruz, es obra del escultor Carlos Espino, Miembro de Número del Instituto Mexicano de Cultura desde l997. Cedo al mismo Carlos Espino la descripción de su obra:
“En esta representación escultórica de la crucifixión se han conjugado una serie de símbolos que le atribuyen un interés especial.
En el caso de la cruz, ésta fue diseñada en sección áurea con respecto al cuerpo de Cristo; es decir, que existe una relación proporcional y armónica entre las partes y el todo, por lo que están íntimamente relacionados logrando de esta manera la sensación de un perfecto equilibrio.
En este crucifijo se han reunido también los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego, haciendo posible una cosmovisión integrada.
La tierra está representada por el cráneo -que es el significado de la palabra gólgotaque la iconografía cristiana recoge como tema teológico, también de significación geográfica poniendo el sepulcro de Adán en el mismo lugar donde fue colocada la cruz de Cristo, con el simbolismo de que Cristo derrota al pecado de Adán; Adán desobediente a Dios, Cristo obediente al Padre. Adán trajo la muerte con el pecado original y Cristo trae la vida con su resurrección.
La cruz contiene en su base un relicario de Tierra Santa.
El aire está representado por la sensación de un fuerte viento que provoca el movimiento del cabello de Cristo y del paño que lo cubre, significando de esta forma el preciso momento en que el Redentor muere y la naturaleza se manifiesta con todo fragor.
El agua está representada en las lágrimas que surcan el divino rostro y el agua que brota junto con la sangre, de su costado atravesado por la lanza del soldado romano.
El fuego está representado por el resplandor que irradia la cabeza de Cristo simbolizando la nueva luz de esperanza que nos trae a los hombres, es decir, la redención del género humano a través del sacrificio.
Se ha representado a Cristo muerto para dar verdadero significado al santo sacrificio de la misa, principal rito cristiano, en el que se renueva el sacrificio de Jesucristo en el calvario con la ofrenda a Dios del cuerpo y la sangre del Redentor bajo las especies del pan y del vino.
El rótulo que refiere la causa de su condenación dice: JESUS NAZARENO REY DE LOS JUDIOS. Está escrito en hebreo, griego y latín, tal y como dan testimonio los cuatro evangelistas.
El rostro de Cristo contiene a un tiempo la tragedia humana y la dulzura sobrenatural, característica que lo convierte en una imagen accesible y conmovedora. El cuerpo de Cristo es el de una persona proporcionada y armónica un cuerpo bello y estético sin demasiadas marcas de martirio que desvíen de la misma devoción.”